Hacia 1950, los ojos del mundo miraban con asombro en las salas de cine, revistas y libros, los secretos y maravillas que escondía el fondo submarino. Esta profesión que si bien data de mucho antes, empezó a cautivar aficionados y profesionales que pronto alcanzaron la fama por sus hazañas. Al mismo tiempo de esta euforia submarina, los fabricantes de equipos profesionales arrancaron una intensa carrera por desarrollar equipamientos más modernos y aptos para su uso recreativo. Y en dicha carrera, no podían faltar los fabricantes de instrumentos de medición que aportaran fiabilidad, sumergibilidad y sobre todo manejabilidad tanto para profesionales como aficionados con conocimientos básicos.
Considerado en sus inicios como una actividad reservada para la élite, la repercusión mediática (sobre todo en EUA a través de exitosos shows televisivos) atrajo a un público más bien modesto. Lo que generó una necesidad para equipamiento a precios asequibles que requirieran de una pequeña inversión.
La incursión de Tudor en el mundo del submarinismo
Independientemente del presupuesto de un mercado en rápido crecimiento, las marcas relojeras entraron en una dura competencia por apropiarse de una rebanada del pastel. Esta agerrida batalla aportó al mundo de la relojería piezas que hoy se consideran icónicas en el submarinismo y sin embargo, aún se mantiene el debate entre "quién fue el primer en..." o "el mejor en..." para esta categoría de relojes deportivos.
Volviendo al tema que nos ocupa, fue justo en pleno "boom" del submarinismo que Tudor presenta en 1954 su
primer Tudor Oyster Prince Submariner con la referencia 7922. Esta gran entrada a la industria de los relojes deportivos, supone hoy en día uno de los principales hitos de la marca y que sentaría las bases de una de las líneas de producción más veneradas y populares de la casa.
Pero antes de continuar, un poco de historia...
Tudor se registra como marca por primera vez en 1926 por la empresa Suiza "Veuve de Philippe Hüthe" en nombre de Hans Wilsdorf, fundador de Rolex. Pero no es sino hasta 1946 que Wilsdorf funda la empresa Montres Tudor SA con el objetivo de producir relojes de calidad a precios asequibles. [1]
En 1952 Tudor lanza el modelo Prince en caja Oyster (Rolex) automático y es así como se abre paso en la producción de relojes-herramienta para uso profesional, principalmente, militar. Dos años más tarde, incursiona en los relojes de submarinismo.
El Primer Oyster Prince Submariner Ref. 7922
"...
Se trata de un reloj automático inédito en la colección de la marca. Sus características son las propias de su función submarinista: una caja con fondo y corona enroscados con una hermeticidad garantizada de hasta 100 metros, índices y agujas de gran tamaño con material luminoso para una buena legibilidad en aguas profundas, así como un bisel giratorio bidireccional graduado en intervalos de 5 minutos para medir con precisión el tiempo de inmersión y adaptar las paradas de descompresión. Su esfera negra lacada está sutilmente abombada y concebida para optimizar el contraste de las indicaciones que figuran en ella. Porta las inscripciones doradas «OYSTER PRINCE» en la posición de las 12 h bajo el logotipo de la marca y «100 m = 330 ft», «SUBMARINER», «ROTOR» y «SELF-WINDING» en cuatro líneas en la posición de las 6 h. Su hermeticidad garantizada se recuerda asimismo en la posición de las 6 h, en metros y en pies. Su cristal de plexiglás de tipo Tropic tiene forma de cúpula para una mejor resistencia a la presión del agua. Consta de un movimiento calibre automático 390 desarrollado a partir de un esbozo Fleurier y con una frecuencia de 18 000 alternancias por hora. Finalmente, su corona enroscada de 5 mm de diámetro y su brazalete tipo Oyster con eslabones remachados, referencia 6636, llevan el logotipo de Rolex." (Relojes de submarinismo: Desde 1954 hasta 1968, Página oficial de Tudor, https://www.tudorwatch.com/es/adentrese-en-tudor/historia/tudor-historia-submariners-1954-hasta-1968).
De nuestro catálogo Vintage:
Tudor Submariner 7922 [ID 14503]
Este precioso ejemplar del que
existen muy pocos conocidos en el mundo corresponde a la primera serie del
Tudor Submariner con Ref. 7922 (hacia 1954). En condiciones excepcionalmente buenas y en perfecto funcionamiento,
incluye todos sus elementos más importantes originales (bisel, luneta, esfera, cristal y corona) lo cual es extremadamente inusual en piezas de esta antiguedad. Es por ello que resaltamos su singularidad ya que ejemplos similares suelen presentar algún elemento de reemplazo de servicio. Los
perfiles afilados de la caja se mantienen intactos y solo con algunas ligeras señales de un uso respetuoso y propio del uso profesional en submarinismo. Se presenta sin pulir. Además de estas importantes características, los detalles en su
esfera sutilmente envejecida en una pátina marrón oscuro son igual de excepcionales:
Podemos observar como principal rareza,
la rosa inglesa del logo de Tudor tocando el índice de las 12 y debajo la inscripción OYSTER-PRINCE en una sola línea. Los registros en la posición de las 6 en cuatro líneas, destacando la de SELF-WINDING curvada. Los índices con relleno de Radio aún mantienen rastros de su propiedad luminiscente y las agujas mantienen rastros de relleno.
La maquinaria está equipada con un
calibre 390 de primera generación que mantiene un correcto funcionamiento y una precisión excepcional.
Adquirido directamente de la herencia familiar de su único propietario, este reloj es un tesoro para incluir en la más exquisita colección. Para mayor información,
contacte con nuestro experto en relojes vintage.
Referencias de consulta:
[1] https://en.wikipedia.org/wiki/Tudor_Watches